Las
sustancias peligrosas –todo líquido, gas o sólido que supone un riesgo
para la salud o seguridad de los trabajadores– se pueden encontrar en
casi todos los lugares de trabajo. En todo el territorio europeo,
millones de trabajadores entran en contacto con agentes químicos y
biológicos que pueden causarles daños.
De
hecho, el 15 % de los trabajadores de la UE tienen que manipular
sustancias peligrosas para realizar su trabajo, y otro 15 % declaran que
en su lugar de trabajo están expuestos a la inhalación de humo,
vapores, gases o polvo.
Algunas sustancias muy peligrosas, como el amianto,
que causa cáncer de pulmón y otras enfermedades respiratorias mortales,
están ahora prohibidas o sometidas a controles estrictos. No obstante,
hay otras sustancias perjudiciales que siguen utilizándose de manera
generalizada, por lo que se aplican leyes para garantizar que los
riesgos que entrañan se gestionen adecuadamente.
Los problemas de salud que puede causar el trabajo con
sustancias peligrosas abarcan desde irritación cutánea y ocular leve
hasta efectos graves, como patologías perinatales y cáncer. Estos
efectos pueden ser agudos o a largo plazo, y algunas sustancias pueden
tener un efecto acumulativo en el organismo. Entre los peligros más
comunes cabe citar:
- Envenenamiento
- Alergias
- Enfermedades cutáneas
- Enfermedades respiratorias
- Cáncer
- Problemas reproductivos y patologías perinatales
-
Las bacterias, los virus, los hongos y los parásitos
están presentes en muchos sectores. Puesto que suelen ser invisibles, no
siempre se aprecian los riesgos que entrañan.
Los trabajadores de algunos sectores corren un peligro especial de exposición a agentes biológicos nocivos:
- Atención sanitaria
- Agricultura
- Servicios veterinarios
- Limpieza y mantenimiento
- Gestión de residuos y aguas residuales
- Jardinería
- Trabajo de laboratorio
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Las nuevas tecnologías, los sectores en rápida
expansión y los cambios en la manera en que se organiza el trabajo
pueden entrañar un mayor riesgo de sufrir daños causados por agentes
biológicos o químicos. En el sector medioambiental, por ejemplo, las
tecnologías innovadoras pueden plantear riesgos que no se conocen bien.
Como ejemplo suplementario cabe mencionar que cada vez hay más
trabajadores expuestos a sustancias peligrosas en profesiones del sector
de los servicios, como la asistencia domiciliaria y la gestión de
residuos, en las que se producen exposiciones de diversos tipos, pero la
sensibilización sobre los peligros en cuestión es escasa. Ahora más que
nunca es esencial que los empresarios y los trabajadores conozcan los
posibles riesgos y adopten medidas preventivas.
Para proteger a
los trabajadores de las sustancias peligrosas, la primera medida es
realizar una evaluación de riesgos. A continuación deben emprenderse
acciones para eliminar o reducir los riesgos el máximo posible. Y, por
último, debe supervisarse la situación periódicamente y revisarse la
eficacia de las medidas adoptadas.
Los Estados miembros han desarrollado una serie de
modelos para ayudar a las pequeñas y medianas empresas a realizar una
evaluación de riesgos. Consulte más información en la página de la
OSHwiki sobre la gestión de riesgos en relación con las sustancias peligrosas .
Las empresas deben tener en cuenta también a cualquier
grupo vulnerable, como los trabajadores jóvenes y las empleadas
embarazadas o en periodo de lactancia, para los que la legislación exige
una protección especial.
Medidas preventivas
La legislación europea establece una clasificación de prioridad de las medidas
que deben adoptar las empresas para controlar el riesgo que suponen las
sustancias peligrosas para los trabajadores. La eliminación y la
sustitución ocupan las primeras posiciones en la clasificación de
prioridad de las medidas de control.
- En la medida de lo posible, debe eliminarse el uso de sustancias
peligrosas modificando el proceso o el producto en el que se utilizan.
- Si no es posible su eliminación, la sustancia peligrosa debe sustituirse por otra que no conlleve peligro o sea menos peligrosa.
- En caso de que no se eviten los riesgos para los trabajadores, deben
aplicarse medidas de control para eliminarlos o reducirlos. De
conformidad con la ley, el uso de equipos de protección personal (EPP)
es el último recurso y sólo debería emplearse en caso de que no pueda
controlarse adecuadamente la exposición por otros medios.
- Determinadas sustancias peligrosas exigen el cumplimiento de límites de exposición profesional establecidos.
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