viernes, 27 de enero de 2017

SUSTANCIAS PELIGROSAS

Las sustancias peligrosas –todo líquido, gas o sólido que supone un riesgo para la salud o seguridad de los trabajadores– se pueden encontrar en casi todos los lugares de trabajo. En todo el territorio europeo, millones de trabajadores entran en contacto con agentes químicos y biológicos que pueden causarles daños.
De hecho, el 15 % de los trabajadores de la UE tienen que manipular sustancias peligrosas para realizar su trabajo, y otro 15 % declaran que en su lugar de trabajo están expuestos a la inhalación de humo, vapores, gases o polvo.
Algunas sustancias muy peligrosas, como el amianto, que causa cáncer de pulmón y otras enfermedades respiratorias mortales, están ahora prohibidas o sometidas a controles estrictos. No obstante, hay otras sustancias perjudiciales que siguen utilizándose de manera generalizada, por lo que se aplican leyes para garantizar que los riesgos que entrañan se gestionen adecuadamente.


Los problemas de salud que puede causar el trabajo con sustancias peligrosas abarcan desde irritación cutánea y ocular leve hasta efectos graves, como patologías perinatales y cáncer. Estos efectos pueden ser agudos o a largo plazo, y algunas sustancias pueden tener un efecto acumulativo en el organismo. Entre los peligros más comunes cabe citar:
  • Envenenamiento
  • Alergias 
  • Enfermedades cutáneas 
  • Enfermedades respiratorias
  • Cáncer 
  • Problemas reproductivos y patologías perinatales 
  • Las bacterias, los virus, los hongos y los parásitos están presentes en muchos sectores. Puesto que suelen ser invisibles, no siempre se aprecian los riesgos que entrañan.
    Los trabajadores de algunos sectores corren un peligro especial de exposición a agentes biológicos nocivos:
    • Atención sanitaria
    • Agricultura
    • Servicios veterinarios
    • Limpieza y mantenimiento
    • Gestión de residuos y aguas residuales
    • Jardinería
    • Trabajo de laboratorio

Las nuevas tecnologías, los sectores en rápida expansión y los cambios en la manera en que se organiza el trabajo pueden entrañar un mayor riesgo de sufrir daños causados por agentes biológicos o químicos. En el sector medioambiental, por ejemplo, las tecnologías innovadoras pueden plantear riesgos que no se conocen bien. Como ejemplo suplementario cabe mencionar que cada vez hay más trabajadores expuestos a sustancias peligrosas en profesiones del sector de los servicios, como la asistencia domiciliaria y la gestión de residuos, en las que se producen exposiciones de diversos tipos, pero la sensibilización sobre los peligros en cuestión es escasa. Ahora más que nunca es esencial que los empresarios y los trabajadores conozcan los posibles riesgos y adopten medidas preventivas.
Para proteger a los trabajadores de las sustancias peligrosas, la primera medida es realizar una evaluación de riesgos. A continuación deben emprenderse acciones para eliminar o reducir los riesgos el máximo posible. Y, por último, debe supervisarse la situación periódicamente y revisarse la eficacia de las medidas adoptadas.
Los Estados miembros han desarrollado una serie de modelos para ayudar a las pequeñas y medianas empresas a realizar una evaluación de riesgos. Consulte más información en la página de la OSHwiki sobre la gestión de riesgos en relación con las sustancias peligrosas .
Las empresas deben tener en cuenta también a cualquier grupo vulnerable, como los trabajadores jóvenes y las empleadas embarazadas o en periodo de lactancia, para los que la legislación exige una protección especial.

Medidas preventivas

La legislación europea establece una clasificación de prioridad de las medidas  que deben adoptar las empresas para controlar el riesgo que suponen las sustancias peligrosas para los trabajadores. La eliminación y la sustitución ocupan las primeras posiciones en la clasificación de prioridad de las medidas de control.
  • En la medida de lo posible, debe eliminarse el uso de sustancias peligrosas modificando el proceso o el producto en el que se utilizan.
  • Si no es posible su eliminación, la sustancia peligrosa debe sustituirse por otra que no conlleve peligro o sea menos peligrosa.
  • En caso de que no se eviten los riesgos para los trabajadores, deben aplicarse medidas de control para eliminarlos o reducirlos. De conformidad con la ley, el uso de equipos de protección personal (EPP) es el último recurso y sólo debería emplearse en caso de que no pueda controlarse adecuadamente la exposición por otros medios.  
  • Determinadas sustancias peligrosas exigen el cumplimiento de límites de exposición profesional establecidos.

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